Buscando a Dios
Aprender a buscar el rostro de Dios es la base para experimentar la increíble vida que Jesús nos da a través de su muerte. Por medio de Cristo tenemos a nuestra disposición todas las maravillas, excelencias y satisfacciones que podamos llegar a comprender. Dios nos ha concedido gracia sobre gracia, misericordia sobre misericordia, afecto sobre el afecto y amor sobre el amor. Cuando lo seguimos, utilizando todas las formas que tenemos disponibles, se abre una puerta en la que descubrimos todo lo que nuestro Padre celestial anhela darnos. Que esta semana puedas crecer en tu búsqueda de Dios mientras estudiamos varias maneras con las que contamos para buscar su rostro.
Buscando las Cosas de Cielo
Como hijos de Dios se nos ha dado un nuevo hogar y una nueva esperanza. Que esta semana tu corazón se apasione con la alegría y el propósito de poner en práctica el mandamiento de Dios de vivir para el cielo: “Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:1-4
Gozo
Como hijos del Dios Altísimo debemos estar marcados por una alegría contagiosa e incesante. A través del Espíritu Santo tenemos acceso a un suministro interminable de alegría que proviene de la relación restaurada con nuestro Padre celestial. Dios anhela llenarnos con su gozo para que podamos vivir la vida abundante por la que murió Jesús. Desea hacernos hijos a imagen de nuestro Padre para que podamos compartir su alegría sin fin en un mundo sin esperanza. Que esta semana puedas descubrir la mayor porción de gozo que hay disponible para ti a través del Espíritu, al encontrarte con el corazón de tu Padre.
La Vida Abundante
A través de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús se nos ha brindado la oportunidad de vivir una vida increíblemente abundante aquí en la tierra. Nuestro Dios está más cerca, es más tangible y tiene más capacidad para dar a conocer su presencia de lo que nos damos cuenta. Él anhela hacer que sus hijos estén más en sintonía y que sean más conscientes de la profundidad de su amor, guía, empoderamiento y cercanía. Él desea que nuestros días aquí en la tierra estén marcados por la comunión cara a cara con él. Mientras vemos cómo es vivir una vida abundante aquí en la tierra, oro para que tu corazón se despierte a la realidad de la presencia y el amor de Dios en tu vida.
Paz
Una de las características más poderosas de un creyente es la paz trascendente. Este mundo no nos ofrece ninguna razón para estar en paz, no nos da ninguna razón para estar sin estrés, cargas, preocupaciones y frustración total, pero servimos a un Dios que nos ofrece paz en medio de cualquier circunstancia. Servimos a un Dios en quien encontramos una fuente de paz verdadera. Que esta semana puedas descubrir el deseo de tu Padre celestial de brindarte paz.