Gracia
La gracia es un regalo que la mayoría de nosotros no sabemos cómo recibir. Estamos tan inundados con el sistema terrenal de dar y recibir, trabajar y ganar que la gracia es un concepto que pocos alcanzan a comprender. Sin embargo, solo la gracia tiene el poder de transformar vidas. Solo la gracia tiene el poder de llevar la libertad a los cautivos. Solo por gracia somos salvos. La mejor manera de usar nuestro tiempo es perseguir de manera consistente y apasionada una mayor revelación de la gracia de Dios.
Hijo Pródigo
La historia del hijo pródigo mueve mi corazón a ahondar en las profundidades de la gracia ilimitada de Dios. Me encuentro a mí mismo en cada faceta de las palabras de Jesús. Me identifico tanto con la rebelión del hijo como con el poder del amor del padre. Como hijos de Dios constantemente necesitamos recordatorios de la misericordia de Dios hacia nosotros. Cuando el mundo nos rechaza, Dios nos llama a entrar; cuando el mundo nos castiga, Dios nos viste de justicia y honor. Que esta historia transformadora del hijo pródigo te guíe a una relación más profunda e íntima con tu amoroso Padre celestial.
Perdón
Perdonar a los demás es uno de los aspectos más difíciles e importantes de la vida cristiana. La Biblia claramente nos ordena perdonar; Dios anhela que seamos formados a su imagen para que podamos ser modelos del amor que se nos ha mostrado en un mundo que no conoce la misericordia. Anhela que ofrezcamos gracia y perdón a los que no lo merecen, así como se nos ofreció gracia y perdón cuando no lo merecíamos. Que puedas estar lleno de coraje y audacia para ofrecer el perdón a aquellos que necesitan desesperadamente la gracia, y que el amor de Dios brille a través de ti al ejercer tu llamado como ministro de reconciliación.
Pobre en Espíritu
El concepto bíblico de ser pobre en espíritu es fundamental para todos los aspectos de la vida cristiana. Es fundamental para la salvación tener un reconocimiento a nivel del corazón de nuestra necesidad de un Salvador. Es fundamental para experimentar el amor de Dios reconocer nuestra gran necesidad de amor. Es fundamental para la paz y la alegría celestial reconocer que este mundo realmente no nos ofrece ninguna de las dos cosas. Si queremos todo lo que Dios ofrece en su gracia, debemos ser pobres de espíritu como un estilo de vida. Que experimentes más de la profundidad del amor de Dios esta semana a medida que descubres el deseo de Dios de ministrar a aquellos que están desesperados por él.