Tengo que comenzar diciendo que no soy una persona centrada en las metas. Nunca lo he sido. Por alguna razón no me siento tan motivada por los objetivos. Creo que me motivan más los asuntos y problemas y verlos resueltos.

Hace poco me pidieron que hiciera una lista de mis metas personales para el año. Qué cosa tan desagradable. Pero por alguna razón, no me molestó hacerlo. Me llevó por un camino de auto reflexión, ya que esta vez los objetivos que sentía en mi corazón estaban realmente muy claros para mí.

Estos son mis objetivos: 

  1. Establecer y mantener mejores límites en las relaciones interpersonales
  1. Ser libre de los problemas de salud emocional/mental que he sufrido la mayor parte de mi vida
  1. Encontrar una nueva pasión por la vida, el matrimonio, los niños y el trabajo
  1. Tener la mente clara, simple y con menos desorden en mi cerebro

 

No puedo creer que esté diciendo esto, pero me siento más motivada que nunca para cumplir con estos objetivos o al menos trabajar hacia ellos este año. Porque cuando miro esta lista, veo a una mujer que debe haber estado muy cargada, sufriendo y realmente cansada. Me siento motivada porque sé que hay más. De hecho, hay una vida abundante disponible para mi.

Jesús nos dice: “El ladrón viene no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Él promete: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33). También dice: “Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.” (Juan 15:11). 

Así que cuando miro las palabras de Jesús, veo una vida con él que parece: abundante, en paz y alegre en toda su extensión. Y este año, estoy más animada que nunca para experimentarla. 

Hay más. Mucho más disponible para nosotros. Pero depende de nosotros recibir activamente, caminar con Cristo de cerca, y poner intencionalmente en el duro trabajo interno.

¿Quizás eres como yo y sientes lo mismo? Cansado, pesado, sufriendo.

Cuando miras con atención a tu alma, ¿qué hay en tu interior? ¿Qué anhelos están ahí esperando ser realizados? ¿Qué dolor, ansiedad, hábitos yacen dentro de ti que simplemente necesitan algo de atención intencional de tu parte? ¿Cómo es que realmente quieres que sea tu vida?.

¿Necesita tu corazón ser sanado o restaurado? ¿Qué hay de tu mente?.

Tal vez no estés tan orientado en alcanzar metas como yo, pero has estado cargando un peso por mucho tiempo. ¿Te gustaría llevar una carga más ligera? Jesús, nuestro gran ayudador  está a la puerta y llama. Y está listo cuando tú lo estés.

Ahora que estamos iniciando un nuevo año, ¿te atreverías a tener esperanza?. Aunque no tengamos el control de nuestras circunstancias externas, la vida puede ser totalmente diferente. La vida puede ser muy abundante. Y estoy harta de esperar a que mis circunstancias cambien para recién elegir tener una mejor vida. 

¿Te unes a mí?

Los próximos meses aquí, en Primeros15, vamos a explorar cómo sería vivir una vida intencional. Es un regalo poder decidir una forma de vida de la que nos sintamos orgullosos y realizados. ¿Quieres empezar a notar tu pensamientos, enumerar tus anhelos, tal vez incluso escribir lo que quieres de la vida? Emprendamos juntos este viaje y encontremos un camino mejor.