Introducción

Esta semana dedicaremos tiempo a avivar nuestro amor por Dios a través de la renovación de nuestras mentes. Tu mente es la puerta de entrada a tus afectos. Lo que crees que es digno de tus afectos es lo que ella recibirá. Entonces, a medida que crecemos en nuestra comprensión de la abrumadora bondad de Dios, naturalmente le daremos a él nuestros corazones. Que esta semana puedas ser conmovido por el amor incondicional de tu Padre celestial a medida que su naturaleza perfecta te sea revelada de maneras más grandes y transformadoras.

Pasaje Bíblico

“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!”. 1 Juan 3:1

Adoración

Lo Único Que Quiero | Marco Barrientos Ft. Marcela Gandara

Lo Único Que Quiero – Marco Barrientos Ft. Marcela Gandara – Amanece Guatemala

Lo Unico Que Quiero – Marco Barrientos Ft. Marcela Gandara – Amanece Guatemala. // Letra & Música Por: Israel Chaparro & Esteban Alvarado // Producido Por: J…

Devocional

Como seguidor de Jesús has sido traído a la familia de Dios. Tómate un momento para dejar que esta verdad penetre en ti. Piensa en lo que significa tener a Dios, el Creador del universo, la encarnación del Amor Perfecto, como tu Padre. Muy a menudo perdemos de vista el hecho de que Dios es nuestro Padre y lo vemos a través de perspectivas que no están alineadas con la Biblia. Vemos a Dios a través de las lentes que el mundo y las experiencias desafortunadas nos han dado más que como una revelación de él como un buen Padre, la cual nos fue dada por la enseñanza revolucionaria de Jesús.

En Mateo 7:9-11 Jesús nos enseña: “¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!”. Tienes un Padre que ama darte buenos regalos. Muy a menudo pensamos en Dios como un dictador severo que nunca deja que sus hijos disfruten de la vida. Suponemos que dirá “no” a cualquier cosa que nos dé placer, como si solo quisiera que fuéramos más a la iglesia, que oráramos más, o que diéramos más tiempo y dinero. Pero ese no es el corazón de tu Padre. Tu Dios es el autor de la alegría, el placer, la felicidad y los buenos dones. Anhela que tu vida se llene de los regalos perfectos que ha planeado para ti todos los días. Juan 10:10 dice: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. Como tu Pastor perfecto, Dios te guiará fielmente y te proporcionará todo lo que necesitas para vivir marcado por la plenitud de la vida.

En Mateo 19:14, Jesús muestra el corazón del Padre cuando dice: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. Como nuestro Padre, Dios anhela que nosotros, como sus hijos, simplemente estemos con él. Anhela que conozcamos su amor y su abrazo, y que dejemos que esto sea la base de todo lo que hacemos. Dios desea tu corazón más que cualquier tarea que puedas realizar. Tan grande fue su deseo de tener la oportunidad de relacionarse contigo que Jesús mostró la plenitud del amor incondicional de Dios al entregar voluntariamente su vida por ti. No hay lugar en la Biblia para ver a Dios como algo que no sea perfectamente amoroso y bueno. Mira a Dios como el buen Padre que es, y correr hacia él con los brazos y el corazón abierto para que puedas encontrar la plenitud de la vida en su abrazo eterno.

Tómate un tiempo con la guía de oración para permitir que la presencia de Dios supere los conceptos erróneos que puedas tener acerca de él. A menudo, si hemos estado en la iglesia por el tiempo suficiente, nos detenemos en una comprensión teológica de Dios el Padre y no le damos tiempo y espacio para que pueda sanar nuestros corazones y transformar nuestras vidas. ¡No dejes que eso suceda hoy! Tienes un buen padre que ama y anhela simplemente reunirse contigo. Pasa un tiempo con él hoy perdiéndote en la dulzura de esta relación restaurada.

Guía de Oración

1. Recibe la presencia de Dios mientras meditas en la Biblia.

“¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos!”.   1 Juan 3:1

“Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. Mateo 19:14

2. Pregúntale a Dios qué siente por ti. Escucha y calla tu alma para recibir una revelación de lo que siente su corazón.

“Dios nos ama a cada uno de nosotros como si solo hubiera uno de nosotros”. -Agustín

“Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras”. Santiago 1:17

3. ¿Dónde necesitas aplicar el carácter de Dios en tu vida? ¿De qué manera estás viviendo como si Dios fuera un capataz en lugar de un buen padre? ¿De qué manera estás tratando de proveer para ti mismo en lugar de trabajar para recibir la provisión que Dios ya ha prometido?

“¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!”. Mateo 7:9-11

“Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Los paganos andan tras todas estas cosas, pero el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” Mateo 6:31-33

Lectura Complementaria

En cada prueba y circunstancia que enfrentes hoy, Dios tiene un plan para guiarte en forma perfecta. Él no es un Dios que se recuesta y mira mientras tratamos de entender la vida. Él quiere involucrarse en todo lo que haces, al igual que un padre perfecto quiere ayudar a sus hijos a tener éxito y vivir con alegría. Pregúntale a Dios qué piensa sobre lo que estás haciendo. Si te encuentras con un problema hoy, pide la guía del Espíritu. Vivir tu día con Dios es la mejor manera de vivirlo. ¡Él sabe todo y tiene un plan perfecto para ti! Tómate un tiempo hoy para escuchar a Dios y confiar en su guía.

Lectura Complementaria: 1 Juan 3