Introducción

En nuestro último devocional de esta semana sobre las características de un verdadero cristiano, nos ocuparemos del mandato de Dios de vencer el mal con el bien. Que Dios nos enseñe el camino que conduce a su poder y nos muestre las formas específicas en que podemos vencer el mal con el bien.

 

Pasaje Bíblico

“No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien”. Romanos 12:21

Adoración

Que Sea La Luz | Hillsong en Español

Que Sea La Luz – Hillsong en Español

Que Sea La Luz forma parte de nuestro nuevo álbum EL ECO DE SU VOZ. Puedes conseguir tu copia en iTunes http://smarturl.it/ElEcoDeSuVozVoz Principal: Toni Ro…

Devocional

El mundo está lleno de la destrucción que el pecado y la separación de Dios han causado. Todo a nuestro alrededor da signos de que la mano del enemigo trabaja incansablemente para evitar que los hijos de Dios tengan la vida abundante que nuestro Padre anhela dar. Incluso cuando miras el estado de la iglesia, ves vidas aún impactadas por su propio pecado o el pecado de los otros. Reflexiona por un minuto en tu propia vida. ¿Cuáles son tus luchas? ¿Cuáles son las luchas que ves en las vidas de otros creyentes que te rodean? ¿Qué pasa con el mundo que tienes alrededor?

El último mandamiento que Dios nos da en el pasaje de Romanos 12 que hemos estado estudiando esta semana dice: No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien”. (Romanos 12:21). La idea de vencer al mundo es un concepto consistente en todo el Nuevo Testamento. La Biblia es clara: a través de la muerte de Cristo, se nos ha dado el poder y la autoridad para vencer la obra del enemigo en nuestras propias vidas y guiar a otros a la libertad. Apocalipsis 12:11 dice: “Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte”. Conquistar al enemigo es nuestro destino como pueblo de Dios. En Mateo 10:6-8, Jesús dice: “Vayan más bien a las ovejas descarriadas del pueblo de Israel. Dondequiera que vayan, prediquen este mensaje: ‘El reino de los cielos está cerca’. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente”.

En Romanos 12:21 Dios nos da una parte importante de su plan de batalla para la guerra contra el mal. Debemos triunfar sobre nuestro enemigo con el bien como nuestra arma. Dios no combate el mal con el mal; Él lucha contra el mal con amor. Es el amor de Dios que te llevará a la victoria sobre el enemigo en tu propia vida, y es el amor de Dios el arma que usarás para guiar a otras personas a la victoria también. La bondad de Dios te sacará de perseguir al mundo y te guiará a la victoria, como Apocalipsis 12:11 dice: “No valoraron tanto su vida como para evitar la muerte”. Y es la bondad de Dios que te unge para sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar de su enfermedad a los que tienen lepra y expulsar a los demonios, como dice Mateo 10. La bondad de Dios siempre será más poderosa que el enemigo. Su amor siempre triunfará sobre el poder del pecado.

Entonces, ¿cómo puedes “vencer el mal con el bien” en tu propia vida? Santiago 4:7 dice: “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes”. Debido a la autoridad de tu Padre celestial, cuando luchas contra el enemigo, ganarás. Él huirá de ti. Esa es la promesa de Dios. Tienes la victoria en Cristo sobre el enemigo porque “el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo”. (1 Juan 4:4). Mayor es el Espíritu que vive dentro de ti que el enemigo que hace la guerra contra ti. Finalmente, Gálatas 5:1 dice: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud”.

Cristo te ha liberado de la esclavitud del mundo, pero eres libre de elegir a quién te sometes. Experimentar una victoria consistente requiere que te sometas a Dios y no al mundo. Tienes que despertarte y elegir vivir cada día para Dios. Tienes que escoger ser exitoso ante los ojos de Dios en lugar de serlo ante los de la sociedad. Tienes que optar por vivir tu vida a la luz de la eternidad. Pero Dios promete que si simplemente tomas esa decisión, él te llevará a la victoria sobre el pecado y sus efectos destructivos y te ungirá para ayudar a otros a hacer lo mismo. Al elegir a Dios, descubrirás la increíble vida que tiene reservada para aquellos que “lo aman” y son “llamados de acuerdo con su propósito”. (Romanos 8:28). Escoge a Dios hoy, y vence el mal con la bondad de la relación restaurada con tu Padre celestial.

Guía de Oración

1. Medita en la promesa de Dios acerca de la victoria sobre el enemigo.

“Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte”. Apocalipsis 12:11

“Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo”. 1 Juan 4:4

2. Reflexiona sobre las áreas de tu vida en las que necesitas superar a tu enemigo. ¿En qué aspecto luchas con el pecado? ¿Dónde estás necesitando la victoria hoy?

3. Renueva tu mente a la verdad de la palabra de Dios mientras te enfocas en esa área. Usa la verdad de Dios como una espada para vencer las mentiras de tu enemigo.

“Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud”. Gálatas 5:1

“Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes”. Santiago 4:7

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Romanos 12:2

Lectura Complementaria

Superar el pecado es una batalla diaria, pero es una batalla que ya se ha ganado. Experimentarás la victoria disponible para ti a medida que pases tiempo con Dios todos los días meditando en su palabra y comprobando su bondad. Elige separar tiempo para pasarlo con él por encima de cualquier otra prioridad, y caminarás en victoria sobre tu enemigo.

Lectura Complementaria: Romanos 12