Introducción

Como hijos del Dios Altísimo se nos ha concedido el acceso a un amor incondicional, tangible y perfecto. Todo lo que necesitamos lo tenemos en la relación con nuestro Padre celestial. Él anhela revelarse ante nosotros como un Padre amoroso y real; desea que vivamos en la plenitud de una relación restaurada con él y quiere que experimentemos su vasto e ilimitado amor. Que esta semana crezcamos en nuestra comprensión y experiencia de Dios como nuestro Padre bueno y amoroso al considerar lo que significa ser sus hijos.

Pasaje Bíblico

“Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados”. 1 Juan 4:9-10

Adoración

Cuanto Nos Ama | Kairós

Cuanto Nos Ama Lyrics (How He Loves Us) Kairós

https://www.facebook.com/somoskairosoficialhttps://www.instagram.com/somoskairosoficialhttps://twitter.com/somos_kairosiTunes: http://itunes.apple.com/us/alb…

Devocional

¿Qué es el verdadero amor sino el sacrificio voluntario del Rey Jesús por nosotros, sus discípulos indignos e indefensos? ¿Qué mayor amor podríamos conocer que el amor de un Padre que envía a su propio Hijo inmaculado e irreprensible a morir por los pecados de un pueblo rebelde y orgulloso? 1 Juan 4: 9-10 dice:

“Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados”. 

Tú y yo somos abrumadora y apasionadamente amados por nuestro Dios. La sangre de Jesús nos ha dado acceso a una relación eterna con nuestro Creador, quien considera que la relación restaurada con nosotros vale la pena de la muerte de su Hijo irreprensible. Como hijos de Dios, nunca más debemos preguntarnos si somos amados. Dios demostró a través de la muerte de su Hijo de una vez por todas que nunca dejará de buscarnos, nunca dejará de amarnos y que hará lo que sea necesario para recuperar lo que nuestro pecado le quitó: una relación tangible y cara a cara con él.

Muy a menudo vamos por la vida vagando de persona en persona, de posesión en posesión y de éxito en éxito, tratando de encontrar el amor que anhelamos experimentar. Nos despertamos todas las mañanas tratando de ser amados por un mundo que se ha roto en el centro de todo lo que hace. Buscamos por todas partes lo que ya es nuestro en Cristo Jesús.

Hoy Dios anhela abrumarte con su amor. Él pagó el precio más alto para que simplemente experimentes y conozcas la profundidad de su amor. Isaías 49:15-16 dice: “¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré! Grabada te llevo en las palmas de mis manos; tus muros siempre los tengo presentes”. Eres el hijo de Dios hoy y por siempre. Eres completamente amado por el Creador y el Señor de todo. El amor de Dios es vasto, ilimitado, real y él espera pacientemente que dejes de buscar amor en otra parte y simplemente le permitas satisfacer tu necesidad de ser amado en formas mucho más grandes de lo que puedas imaginar.

Tómate un tiempo en la oración guiada y deja que Dios te ame. Confiesa cualquier forma en la que hayas buscado el amor fuera de él. Permítele curar cualquier herida que te haya impedido experimentar su amor y recibe el increíble y vasto amor que tu Padre celestial tiene para ti como su hijo amado.

Guía de Oración

1. Medita en el amor ilimitado e incondicional que tu Padre celestial tiene para ti. Permite que la Biblia te llene del deseo de seguir siendo amado por Dios y de dejar de buscar el amor del mundo.

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Juan 3:16

“¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: ‘Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!’. Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:35-39

“Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados”. 1 Juan 4:9-10

2. ¿De qué manera has procurado ser amado por el mundo en lugar de Dios? ¿A qué persona has estado tratando de complacer para que te ame? ¿Qué éxito has estado tratando de lograr para sentirte amado? ¿Qué posesión has estado tratando de comprar para sentirte satisfecho?

“Los que siguen a ídolos vanos abandonan el amor de Dios”. Jonás 2:8

3. Confiesa cualquier pecado de idolatría y tómate un tiempo para recibir el amor sin condiciones de tu Padre. Pídele que te muestre cuánto te ama y que te ayude a recibir su amor en los lugares vírgenes de tu corazón. Descansa en su presencia y permítele poner un nuevo fundamento de amor lleno de gracia en tu vida.

“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”. 1 Juan 4:16

Lectura Complementaria

Cuando escuchamos la palabra “idolatría” nuestras mentes por lo general piensan inmediatamente en estatuas de oro y otras imágenes de dioses falsos del Antiguo Testamento. Sin embargo, el pecado de la idolatría es tan real y desenfrenado hoy como lo fue en los días del Antiguo Testamento, solo que hemos reemplazado las estatuas de oro con otras posesiones. Adoramos y ponemos nuestra esperanza en aquello que es fugaz y vano. Cada vez que valoramos algo por encima de nuestro Dios y su voluntad, nos involucramos en la idolatría. Que nosotros, como hijos de Dios, tengamos la perspectiva y la humildad de derribar cualquier cosa que hayamos valorado más que a él. Que nos arrepintamos y recibamos el perdón y la sanación para que podamos servirle solo a Dios y que podamos experimentar el amor que nos ofrece sin medida y sin condición.

Lectura Complementaria: 1 Juan 4 o ve el video de el Proyecto La Biblia en 1-3 Juan.