Introducción

Hoy finalizaremos nuestra serie sobre ser pobre de espíritu explorando cómo la libertad espiritual está ligada a la pobreza espiritual. Que hoy te sientas animado a vivir libre mientras te aferras firmemente a las verdades del reino de Dios.  La vida abundante está disponible para ti ahora mientras buscas vivir humilde y permanecer en Jesús.

Pasaje Bíblico

[Vivan] como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios”. 1 Pedro 2:16

Adoración

Vino Nuevo | Twice Música

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Devocional

Hay libertad abundante del pecado para aquellos que, en humildad y reconocimiento de su quebrantamiento, buscan la ayuda de Dios. Dios desea nuestra libertad. Él vino, murió y resucitó para que no estuviéramos más enredados con las cargas de este mundo, para liberarnos a fin de poder experimentar la plenitud del cielo en la tierra.

Isaías 61:1 predijo los propósitos de Jesús en la tierra al decir: “El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros”. A través del poderoso sacrificio de Jesús viviendo y muriendo por nosotros, hemos sido liberados.

Pero la Biblia es clara en que caminar en la libertad que la sangre de Jesús pone a nuestra disposición solo ocurre cuando le entregamos nuestras vidas continuamente, diariamente. Romanos 6:7, 11 dice: “Porque el que muere queda liberado del pecadoDe la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús”. 1 Pedro 2:16 dice: [Vivan] como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios”. Y Gálatas 5:13 dice: “Porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor”. Experimentamos una libertad continua al someter nuestras vidas a los propósitos, la presencia y los planes de nuestro Padre celestial.

Hoy hay libertad para ti y para mí si elegimos vivir siendo pobres en espíritu. Jesús nos liberó no para que sigamos viviendo para nosotros y para el mundo, sino para que experimentemos la vida abundante que proviene de la humildad y la sumisión a nuestro Dios amoroso. La Divinidad modela continuamente la sumisión y la humildad. Continuamente se sirven mutuamente en una paradoja irreconciliable de ser tres y uno. Y Dios nos está llamando a seguir su modelo.

¿En qué cosas estás luchando con las ataduras del pecado? ¿En qué aspectos parece que el mundo te tiene sujeto? Somete tu vida a las manos capaces de tu amoroso Padre celestial y pídele que te revele el camino a la libertad. Busca cualquier parte de tu vida en la que aún vivas para ti y para las cosas del mundo. No hay libertad disponible para nosotros en las búsquedas del mundo. La vida abundante que se encuentra en Dios está en oposición directa a los caminos e intereses de la tierra. Elige hoy seguir la vida que Dios ha puesto delante de ti; encuentra tu disfrute en su amorosa cercanía y recibe la libertad que viene de permanecer en la presencia del Espíritu Santo.

Guía de Oración

1. Medita en la conexión entre la humildad y la libertad. Reflexiona sobre la oposición entre las cosas del mundo y la vida abundante en Dios. 

“Porque el que muere queda liberado del pecadoDe la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús”. Romanos 6:7,11

[Vivan] como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios”. 1 Pedro 2:16

“Porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor”. Gálatas 5:13

2. ¿En qué áreas no estás experimentando la libertad que tienes disponible para ti en Cristo? ¿De qué manera vives para ti y para el mundo?

3. Tómate un tiempo para descansar en la presencia de Dios y pídele su camino hacia la libertad para ti. Preséntale la totalidad de tu vida y escucha su voz. Pídele que te revele su amor y gracia para que puedas vivir fortalecido por su presencia.

“Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”. 2 Corintios 3:17

“El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros”. Isaías 61:1

“En efecto, habiendo sido liberados del pecado, ahora son ustedes esclavos de la justicia”. Romanos 6:18

Lectura Complementaria

Que las palabras de Romanos 8:1-4 te llenen de fe para buscar la libertad total del pecado. Que tu día de hoy esté marcado por la victoria sobre el enemigo y sus planes, y que tu vida se llene con la paz y la alegría que se obtiene al experimentar la libertad de las cargas y preocupaciones del pecado:

“Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu”.

Lectura Complementaria: Romanos 6 o ve el video de el Proyecto La Biblia en Romanos 5-16.