“Todos tendemos a ver a la gente a la luz de las experiencias pasadas”. -Cloud y Townsend, Boundaries.
Escribí sobre este tema el año pasado. Vuelvo a revisar lo que escribí para la Navidad de 2020, y me sorprende lo mucho que ha cambiado. Gran parte de nuestra experiencia emocional ha tenido que permanecer bajo la superficie desde que el mundo se puso patas arriba. No hemos tenido la oportunidad de procesar todo lo que acabamos de experimentar. Pero esas emociones todavía están ahí: la incertidumbre sobre el futuro, la duda en nuestras decisiones, el miedo y la indignación por las decisiones de otros sobre la política o el uso de una máscara.
No sólo estamos tratando de sobrevivir este mundo con Covid, sino que las navidades siempre evocan nuestras experiencias familiares pasadas. Podemos ser enviados de vuelta a esa versión infantil de nosotros mismos cuando nos acercamos a la familia. Mientras tratamos de hacer planes para las fiestas de este año, puede que no avancemos en la toma de decisiones, queriendo huir o queriendo decir sí a todo para complacer a todos.
Si alguna vez hemos tenido claro lo que es lo que verdaderamente necesitamos (nuestros límites), es ahora. Así que te animo a que te tomes un minuto y escuches tu propia voz, lo que necesitas. A continuación menciono algunas formas de hacer esto. Puede ser tan fácil dejarse llevar por los planes de la familia o por nuestros propios miedos. Así que cuando pienses en cómo manejar las fechas festivas, dónde pasar tu tiempo, o a qué decir no, haz una pausa antes de responder. Si ya has respondido y te arrepientes, está bien que cambies de opinión. Por supuesto que tenemos que considerar nuestra salud física y la de los demás. Pero luego asegúrate de considerar la salud emocional. Lo que tu corazón podría necesitar este año es celebrar con la gente de forma segura o lo que podrías necesitar es una fiesta tranquila con unos pocos seres queridos. Está bien que hablemos de esas necesidades.
Este año será la prueba de fuego de los límites para todos nosotros. Estás forzado a hablar por lo que necesitas sabiendo que podrías decepcionar a la gente. Podrías tomar más riesgos y enfrentarte al juicio de tus amigos. O puedes ser más cauteloso y enfrentarte al juicio de tu familia. Pero escuchar tus necesidades te llevará a un lugar de confianza y seguridad. Te sentirás más feliz y más seguro en tus relaciones. Podrás estar presente durante esta hermosa y refrescante.
Si reflexionamos y nos detenemos, podremos abrazar esta temporada con todo nuestro corazón. Así que cuando tengan un momento tranquilo para pensar, aquí tienes algunas formas de reconocer tus emociones durante las fiestas sin dejar que ellas manejen el espectáculo:
- En un lugar seguro y tranquilo (así que probablemente no en la lavandería mientras todos están esperando que vuelvas para poder abrir los regalos), trata de identificar tus miedos, ansiedades y necesidades.
- Recuerde que ya no eres ese niño. Ahora tienes más herramientas, más control y más conciencia.
- Reflexiona sobre lo que tu propia familia necesita y haz espacio para esas necesidades.
- Abre tu mano a lo que las celebraciones pueden ser ahora para que no te quedes atascado en lo que solía ser o en lo que imaginaste que sería. Mantente flexible.
- Reconoce la diferencia entre la sabiduría y el miedo. La sabiduría puede tomar un riesgo calculado, puede imaginar un resultado positivo, así como un resultado desafortunado. La sabiduría es lenta y reflexiva. El miedo es reactivo y visceral. No puede imaginar un resultado positivo y te da una visión de túnel. La sabiduría es el camino que lleva a más alegría, aunque a veces sea incómodo. El miedo lleva a la ansiedad y a esconderse.
¡Que tengas una muy feliz Navidad!.