Introducción

A medida que nos acercamos al final de nuestra semana de volver a los conceptos básicos de un tiempo de calidad a solas con Dios, hoy vamos a tomarnos un tiempo para simplemente mirar la presencia de Dios. Por misteriosa que parezca, la presencia de Dios debe ser una parte regular de todas nuestras vidas. Así como experimentamos la cercanía de aquellos con quienes vivimos todos los días, y el fruto de que simplemente estén con nosotros, Dios quiere que también experimentemos su cercanía. Mi esperanza es que hoy la presencia de Dios se desmitifique un poco y se convierta en una parte habitual de cada día que apartamos para encontrarnos con él. Él ha hecho mucho para estar cerca de nosotros, y no puedo esperar a ver cómo llena el espacio que le reservemos hoy.

Pasaje Bíblico

¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia?. Salmos 139:7

Adoración

Solo Jesús | TWICE MÚSICA

TWICE MÚSICA – Solo Jesús (Hillsong Worship – No One But You en español)

Descargar “Solo Jesús” en iTunes, Spotify y máshttps://smarturl.it/solojesus”Solo Jesús” es una canción sobre la gracia redentora de Jesús que nos invita a r…

Devocional

Una de las partes más importantes de pasar tiempo con Dios es encontrarse con su presencia. Su presencia debe ser el núcleo de todo lo que hacemos. Dios odiaba tanto estar separado de nosotros que Jesús fue enviado a pagar el precio máximo. Y en la muerte de Jesús, el telón que separaba al Santo de los Santos de la humanidad se rasgó en dos, lo que significa que la presencia de Dios ya no estaba apartada, sino que estaba disponible para todos.

El Salmo 139:7-8 dice: “¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí”. Y el Salmo 84:3-4 dice: Señor Todopoderoso, rey mío y Dios mío, aun el gorrión halla casa cerca de tus altares; también la golondrina hace allí su nido, para poner sus polluelos. Dichoso el que habita en tu templo, pues siempre te está alabando”. La presencia de Dios está en todas partes. No hay ningún lugar al cual te puedas ir en el que él no esté contigo. No hay ninguna situación, conversación, trabajo o lugar en el cual no puedas encontrar a Dios.

Entonces, ¿cómo encontramos la presencia de Dios? ¿Cómo experimentamos su cercanía? Encontrarse con Dios es parecido a encontrarse con otra persona. No busco una experiencia con un amigo: simplemente busco conocerlo pasando tiempo con él, y como resultado obtengo una experiencia. Tampoco busco escuchar la voz de un amigo: simplemente entablo una conversación con él porque quiero conocerlo y como resultado escucho su voz.

Lo único acerca de buscar a Dios que lo hace diferente es que él es espíritu en lugar de carne. Juan 4:24 dice: “Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad”. ¡Pero es por esa misma razón que podemos conocerlo verdaderamente! La Biblia es clara en cuanto a que Dios está en todas partes y que el Espíritu Santo habita en nosotros. Su presencia ya está contigo. Encontrarse con él es tan simple como tomarse un tiempo para tomar conciencia de su cercanía.

Dios desea que lo conozcas. Tan grande es su deseo de encontrarse contigo Espíritu a espíritu, corazón a corazón, que Jesús dio su vida. Tómate el tiempo para simplemente buscar a Dios. Medita en su palabra. Permite que la Biblia llene tu corazón con fe. Y haz espacio para descansar en la presencia de Dios para que tu corazón cobre vida al revelarse su cercanía.

Guía de Oración

1. Medita en la Biblia sobre la presencia de Dios.

Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha”. Salmo 16:11

“¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!”. Salmo 139:7-10

“‘Yo mismo iré contigo y te daré descanso’ —respondió el Señor. Éxodo 33:14

2. Permite que la Biblia te llenen de fe para encontrar a Dios. Centra tu comprensión de cómo encontrarte con Dios simplemente buscando conocerlo.

“Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”. Romanos 10:17

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan”. Hebreos 11:6

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Proverbios 3:5-6

3. Hazte un espacio para descansar en la presencia de Dios. Pídele que te muestre cómo permanecer en él. Él desea darse a conocer a lo largo de todo tu día. ¡Quiere estar involucrado en todo lo que estás haciendo! ¡Nada es demasiado mundanal para el Señor! Su deseo es estar contigo.

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.” Santiago 4:8

“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes”. Juan 15:4

Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” 1 Juan 4:16

Lectura Complementaria

Una vez que comiences a encontrar constantemente la presencia de Dios, encontrarás que es cada vez más fácil separar ese tiempo para reunirte con él. Muchos cristianos están llamando al tiempo que pasan leyendo la Biblia “el tiempo que pasan con Dios”, sin encontrarlo realmente. Predicamos como cristianos que Jesús está vivo; nuestra fe depende de ese hecho. Sin embargo, pasamos tanto tiempo sin encontrar a nuestro Dios que está vivo y presente. Si no nos encontramos regularmente con el Dios al que servimos, estamos viviendo y predicando un evangelio falso con nuestras acciones. La presencia de Dios debe ser encontrada. Él está presente, cerca, activo y lleno de amor por ti. Que tu tiempo con él se caracterice por su presencia satisfactoria a medida que experimentas el poder transformador de encontrarte con el Dios viviente todos los días.

Lectura Complementaria: Salmo 16