Introducción

Para terminar nuestra semana en la que exploramos la presencia tangible y transformadora de Dios, nos centraremos en el bautismo de Jesús y en cómo el Espíritu de Dios descendió y se posó sobre él. ¿Qué significa esto para nosotros como seguidores de Cristo? ¿Está la presencia del Espíritu disponible para nosotros de la misma manera? Descansa hoy al encontrarte con el Espíritu del Dios vivo y permitirle que nos ministre.

Pasaje Bíblico

“Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él.  Y una voz del cielo decía: ‘Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él’”. Mateo 3:16-17

Adoración

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Devocional

El bautismo de Jesús sienta las bases sobre las cuales tú y yo podemos regresar una y otra vez para experimentar la vida abundante que se nos ofrece en la salvación. Mateo 3:16-17 dice: “Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él. Y una voz del cielo decía: ‘Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él’”. A través del bautismo de Jesús, el Espíritu de Dios entra poderosamente en la escena de la humanidad. El Espíritu Santo siempre se ha estado moviendo y trabajando, pero a través de Cristo se abrió el camino para que él nos llenara y reposara sobre nosotros. A través del bautismo de Jesús, todos podemos ser bautizados con el Espíritu (Juan 1:33, Juan 3:5).

Pedro dice en Hechos 2:38: “Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados… y recibirán el don del Espíritu Santo”. Y Romanos 6:4 nos dice: “Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva”. En la salvación, el Espíritu desciende sobre nosotros y nos llena. Él es la promesa de Dios para nuestra vida eterna. Él es nuestro Ayudador, Maestro y Consolador mientras estamos aquí en la tierra. Y él es el que nos guía a la vida abundante y nueva que se nos ofrece a través de Cristo.

Como puedes ver, al igual que el Espíritu reposó sobre Jesús, nosotros tenemos recursos de descanso incondicional a través de su presencia en nuestras vidas. Dios desea que descansemos en él mientras él reposa sobre nosotros. Él desea que sus hijos encuentren la única fuente de paz constante disponible para nosotros a través de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. ¿En qué aspecto necesitas descansar hoy? ¿Qué problema, situación, pensamiento o persona te está robando la paz? El Espíritu Santo quiere descender sobre ti hoy como lo hizo con Jesús. Él quiere guiarte al descanso de tu Padre celestial. Isaías 40:28-31 dice:

“El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”.

Tienes a la persona que nunca desmayará ni se cansará, que te dará poder y morará dentro de ti como un seguidor de Jesús que eres. Tienes un recurso inagotable de gozo, fortaleza, renovación y descanso fácilmente disponible para ti en el Espíritu. Todo lo que se requiere de ti es hacer espacio en tu vida para entrar en el descanso que Dios anhela proporcionarte. Permítele sentar las bases de su presencia en tu vida simplemente pasando un tiempo con él, y te transformará en una persona del Espíritu que se comunica con el Espíritu y recibe de él constantemente. Aprende a escuchar su voz, sigue su guía y disfruta de su presencia hoy.

Dondequiera que hoy necesites descanso, el Espíritu Santo está esperando para proporcionártelo. Mientras oras, haz espacio en tu corazón y a lo largo del día para descansar en él mientras él reposa en ti.

Guía de Oración

1. Medita en el deseo del Espíritu de descender sobre ti como lo hizo con Jesús. Permite que tu fe sea estimulada para tener un encuentro real y tangible con el Espíritu Santo.

“Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él.  Y una voz del cielo decía: ‘Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él’”. Mateo 3:16-17

“Yo mismo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que el Espíritu desciende y permanece es el que bautiza con el Espíritu Santo’”. Juan 1:33

2. Reflexiona sobre tu propia vida. ¿De qué necesitas descansar hoy? ¿En áreas necesitas un nuevo encuentro con el Espíritu Santo? ¿Qué problemas te acosan? ¿Qué quebrantamiento necesita sanación y paz?

3. Pide al Espíritu que descienda sobre ti y te traiga descanso. Pídele que te haga realidad su presencia. Síguelo mientras él te guía hacia su presencia. Adora, ora y lee la palabra. Haz lo que te indique para ir hacia un encuentro con la presencia de Dios. Él anhela llevarte a un tiempo de descanso. Su deseo es lo que trae su presencia, no tu habilidad para sentirla. Él se da a conocer cuando abrimos nuestros corazones y lo esperamos. Pasa tiempo esperando en su presencia y descansando en su amor.

“‘Yo mismo iré contigo y te daré descanso’ —respondió el Señor”. Éxodo 33:14

“El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”. Isaías 40:28-31

“Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados”. Jeremías 31:25

Lectura Complementaria

Que descubras hoy el camino al encuentro continuo con el Espíritu Santo. Él no es un Dios que se separa en diferentes secciones de tu vida. Fuiste creado para vivir en una relación continua y tangible con tu Padre celestial. Fuiste creado para encontrar un descanso consistente en su amorosa presencia. Cuando comiences a sentir las cargas del mundo que te pesan y te roban la vida abundante que es tuya en Cristo, tómate un minuto y vuelve a recibir su presencia. Encuentra momentos consistentes a lo largo del día para penetrar en el corazón de Dios y descubrir su presencia continua, nueva y refrescante que está disponible para ti en cualquier momento y en cualquier lugar. No te conformes hoy con vivir un día mediocre. Busca más del Espíritu y encuentra todo lo que Dios planeó para tu vida.

Lectura Complementaria: Isaías 40 o ve el video de el Proyecto La Biblia en Isaías 40-66.