Devocional

Cada parte de la creación, desde los insectos más pequeños hasta las montañas más grandes, proclama la gloria tácita de Dios. Cada criatura viviente, roca, grano de arena y arroyo de montaña fueron creados para un propósito específico. En los lirios del campo y las aves del aire, descubrimos la fidelidad y la provisión de Dios (Mateo 6:28-30). Con cada amanecer, recordamos el inminente regreso de Jesús (Salmo 19:4-5). Y con cada ráfaga de viento se nos invita a vivir nuestras vidas como personas del Espíritu (Juan 3:8).

Job 12:7-10 dice: “Pero interroga a los animales, y ellos te darán una lección; pregunta a las aves del cielo, y ellas te lo contarán; habla con la tierra, y ella te enseñará; con los peces del mar, y te lo harán saber.  ¿Quién de todos ellos no sabe que la mano del Señor ha hecho todo esto? En sus manos está la vida de todo ser vivo, y el hálito que anima a todo ser humano”. ¿Estás permitiendo que Dios te enseñe a través de su creación? ¿Estás captando el misterio indecible y la majestuosidad que se encuentra en la obra de las manos de Dios? ¿O simplemente estás pasando rápidamente por estos poemas hermosos e intencionales escritos por la mano de tu Padre celestial en las páginas de hojas, las plantas y la tierra?

El Salmo 19:1-4 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día transmite al otro la noticia, una noche a la otra comparte su saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo”. Dios siempre te está hablando. Cada pieza de la creación te declara la profundidad del amor, el poder, la fidelidad y la cercanía de Dios. ¿Te darás la oportunidad de parar y escuchar? ¿Harás espacio para abrir los ojos de tu corazón para recibir la belleza, la creatividad y el amor de tu Padre celestial desplegados fielmente ante tus propios ojos?

Buscar a Dios sin darte cuenta de su creación es perderte una de las formas más tangibles y hermosas en que nos habla. No es demasiado místico pedirle a Dios que te muestre su intención detrás de su creación. Es completamente cristiano pasar tiempo mirando y reflexionando sobre la obra sus manos. Los Hijos de Dios a través de miles de años han usado la creación para aprender acerca de su Creador. La Biblia está llena de revelaciones recibidas por Dios a través de su creación. Él ha hecho todo como lo hizo por una razón perfecta y beneficiosa. Que seamos hijos que busquen a Dios a través de todas las vías disponibles que tenemos. Que seamos creyentes con la fe y la paciencia para aprender acerca de nuestro Padre celestial a través de la obra de sus manos.